domingo, 14 de marzo de 2010


¡HOLA CHICOS!

CREO QUE ME CONOCEN, SOY " EL PRINCIPITO"
LES ACONSEJO QUE LEAN MI LIBRO,
ASÍ ME CONOCEN MEJOR.
POR AHORA LES DEJO UNA FRASE
QUE ME GUSTA PARA LOS AMIGOS:
"...SI ME DICES QUE VIENES A VISITARME A LAS CUATRO,
TE ESTARÉ ESPERANDO DESDE LAS TRES..."
OJALÁ USTEDES RESPETEN LA AMISTAD COMO YO.
LES MANDO
UN
ABRAZO GRANDOTE.
¡QUÉ MUNDO LOCOOOOOO! ME MAREAN CON TANTAS PAVADAS.
EL MUNDO ES UN TREN  RECHIFLADO QUE VA A MIL, NO ENTIENDO NADAAAA! ¡Y DESPUÉS ME DICEN " LOCA" A MI!

viernes, 12 de marzo de 2010

¡ HOOOOOOLITA ! ¿ CÓMO ANDAN?

Desde muy tempranito, en el árbol de mi vereda,
hay  un  pajarito  muy cantor.
Debe ser una calandria.
¡Es muy hermoso su trino!
A veces, quisiera enternder
lo que nos dicen
cantando.
Como también los perros,
ladrando.
Todos los pájaros o animalitos.
¿Te gustaría , también?
Yo tuve dos perros Coocker,
eran muy mimosos.
Uno de ellos  cruzó la calle
y un camíón lo golpeó mucho.
Le quebró una patita
y tenía
un fuerte golpe en el vientre.
Por unos días dejó de jugar,
estaba muy dolorido.
Siempre se recostaba en un vieja silla de paja
que teníamos en el patio,
y en esos días
ni quería bajar a comer.
Entonces yo le daba la comida en la boca.
Él me miraba triste,
yo hubiera querido que me hablara
para saber qué le dolía.
Pero tuve que esperar a que sanara.
Por suerte en una semana estuvo mejor.
En un momento que fui al patio,
veo que me había sacado
todas las plantas de una gran maceta redonda,
baja
y se había sentado dentro de ella.
Primero me enojé y le pregunté por qué había hecho eso.
Pero él se acurrucaba más
y me miraba de reojo.
Enseguida se me pasó la bronca
porque vi que estaba sanito y
ya andaba haciendo picardías.
Le acaricié la cabecita...
él, muy contento,
movió la cola como un abanico de abuela.

¡HERMOSO!

jueves, 11 de marzo de 2010

¡Buenaaaaassss!
 ¿Cómo andan mis pequeñitos y pequeñitas?
Desde hoy los llamaré "MIS PEQUES" ¿estamos?
Yo estoy bien, requete bien,
 hace un rato me bañé, me recontra lavé las orejas,
la cabeza,
los pies, las manos, el cuello,
me vestí y limpié las uñas ;
recién tomé una meriendita ricotona
y lavé mi pocillito ; todo lo que usé
y ahora los dejé sobre el repasador para que escurran.
Siempre le ayudo a mi mamita.
Ella trabaja todo,  todito el día y la veo cansada.
Se pone contenta y me agradece que colabore
en las cosas  de la casa.
Cuando veo que hay tierrita o pelusa
sobre los muebles,
busco la franela y limpio.
Trato de hacerlo con cuidado,
porque un día se me cayó un florero
que mi mamá quería muchísimo
y me dieron penitencia :
¡Por una semana no me dejaron usar la bicicleta!
Me tuve que ir todos los días
a pie al colegio, que me queda a doce cuadras.
Ir no me molesta, pero volver,
al mediodía, con tanto calor...
me hizo pensar cuánto cuidado debo
poner al limpiar
de hoy en adelante.
También  rompí un pocillo días pasados,
no se rompió del todo, se  rajó un poco ,pero está entero.
Y después nadie quería usarlo.
Pero mami nos contó
que Jesusito siempre buscaba el pocillo más viejo,
más gastado.
Y ahora nos peleamos por el rajadito.
Ahora jugaré un poco con mis muñecas
o tal vez salga a jugar con mis vecinas, en la vereda.
Jugamos a las estatuas, a las escondidas, al gallito ciego...
A veces se acoplan los varones,
es más lindo, porque somos muchos.
Algunos son buenos y otros un poco torpes.
Yo me alejo de los últimos,
porque pasan corriendo
y siempre me empujan y quedo sentada en el suelo.
No me hacen nada,
sólo que  después se burlan y me da bronca.
¡Pero todas sabemos que los varones
son más inquietos!
A veces hacemos una gran ronda, sentados,
todos en el suelo;
y allí nos tomamos de las manos
y cantamos canciones lindas.
Entonces, al ritmo de las canciones ,
nos balanceamos para un lado y para otro.
O hacemos ejercicios físicos, coreografías...
O ponemos una pelota y la pasamos a los más distraídos.
Y si no la abaraja,
le damos una prenda:
correr hasta la esquina y volver,
caminar con las manos, decir una poesía,
o les hacemos preguntas de matemáticas.
¡Es divertidísimo!


Bueno, se hace de nochecita,
nos vamos adentro.
A esta hora
me encanta hacer las tareas de la escuela,
chaucito.

¡Les dejo un beso grammmmmmmmdote y esta flor!

miércoles, 10 de marzo de 2010

Había una veeeeeez:
(Me encanta empezar los cuentos así, jááá!)
Había una vez un arbolito lindo, llenito de hojas muyyyy verdes y tenía un ramillete de florcitas pequeñas, en forma de bolitas amarillas. En invierno seguía con hojas, todo el año, se llaman perennes.
Y su fruto era una bolita negra muy pequeña.
Ese árbol estaba en la casa de nuestro vecino, desde nuestro patio lo veíamos por encima del tapial.
Mamá se enojaba a veces, porque las semillas caían en nuestro jardín y prendían plantitas por todos los rincones. Ella nos pedía que las saquemos y tiremos a la basura, ya que no era grande nuestro patio, como para tener un árbol de tanta copa.
Hace pocas semanas llovíó demasiado. El árbol se fue poniendo raro, sus hojas estaban agachadas, tristes. Se fueron cayendo de a poco.
Y a los pocos días, cuando llevé mi pocillo de leche chocolatada sobre la mesita del patio, donde me encanta desayunar, ví que había más luz de sol que otros días.
¡Claro, ya no estaba el árbol de copa tan colmada de hojas verdes!
El  vecino lo había sacado.
Me da pena... son varios días que lo extraño, tanta belleza, verde, flores, frutos, sombra, frescura...
¡Cuánto nos dan los árboles! y a veces no los cuidamos.

¿Les enseño una canción picarona?

A ver si la estudian de memoria...
Dice:
"
"Érase una veeeez,
un ratoncito
de orejitas laaaargas y rabo cortiito.
Que se llamaaaba Don Requesón
por ser del gran queso,
¡un buen comilón!
Su cabecita
tenía dos ojos
chiquitititos de negro colooor.
Y su ociquito, rosado limpito,
¡dos graaandes bigotes!
como un gran señor.
Más Don Requesón,
no era obediente
y a su mamita
no le escuchó
muuuchos consejos,
sabios, prudentes,
y una mañanita  la calle cruzóóó.
La mamá lo puso
de penitencia
y el ratoncito, tres días lloró.

No debes cruzar
la calle solito
con mamá o papito
sí lo has de hacer,
lávate la cara y las manitos
ve a jugar hijito
y obedéceme.
Don Requesón salió muy contento
y hasta la noche jugó y jugó
hasta que la mami
lo llamó a la cena
y el ratoncito obediente, entró"


¿Les gustó? Ensayen, ensayen.



¿Vieron al Mono Pericles? más arriba, a la izquierda...
Él siempre tiene fiaca, pereza, es muy ocioso.
Eso es porque no sale a jugar
a la pelota,
ni corre en las veredas,
ni anda en triciclo ni bicicleta,
no juega a las bolitas,
ni a la mancha.
Se pasa el día adentro de su casa,
mirando tele o en la compu...

Mi mamá me enseñó que tenemos
que jugar todos los días un rato.
El aire nos limpia los pulmones
y así,  
no se nos tapan las narices cuando nos acostamos.
El sol nos fortalece los huesos, ¿lo sabías?
especialmente los de la cabeza.
Y el cansancio hace que después tengamos
buen apetito.
Si comemos bien, tenemos ganas de todo,
de estudiar, de jugar, correr,
nos reímos felices.
En cambio
los chicos que se quedan perezosos,
se duermen en todas partes, ¡qué vergüenza!
eso les pasa porque no comen bien
y les faltan fuerzas.
¡Mira, hasta pensamos mejor!
si nos alimentamos bien;
las operaciones de matemáticas
nos resultan más fáciles
y las terminamos rápido.
Eso es porque cuando corremos,
también corre mejor
la sangre
por nuestras venas y arterias;
 todo el cuerpo se alimenta de ella
y trabaja con ganas.

¡Les regalo esa pelota para que jueguen!


¡Es hermosa, cuántos colores!
Los colores y la música alegran nuestros corazones.
¡Besitos...!




Hoooolita, amores!

Me encanta saludarlos, como "Manolito".
Una vez, estaba lloviendo
y entré a una librería.
Saludé:
__¡Buenas tardes!
Y una señora me dijo:
__¿Te parece chiquita, que hoy es un buen día?
¡mira cómo llueve!
__Bueno señora, yo saludo por respeto
y además  cuando digo buenas tardes,
es lo que le estoy deseando.
¡Qué cosa, esa gente de mal humor!
De todos modos,
yo sigo saludando bien,
aunque haya truenos, viento, lluvia
o un hermoso sol.
¿Y tú?
¿saludas bien?
Es muy lindo que seamos respetuosos,
porque sea como sea el día
es un día más de VIDA
que nos regala Jesusito.
¿No crees?
También me encanta decir :¡Gracias! cuando recibo atenciones
de los demás.
¡Por favor! cuando necesito pedir algo.
¡Perdón! cuando me equivoco.
Un día no pedí perdón cuando
ofendí a una amiguita
y a la noche me dolía la panza
de la bronca que tenía.
En cambio, si pedimos perdón,
dormimos así de lindo ¡mira! :








martes, 9 de marzo de 2010

En el país de los locos bajitos y altos, tooodos ,TODITOS, pueden entrar, rubios, morochos, pelirrojos, acá sólo miramos el corazoncito, que es rojo , en todos igual.

¡LOS QUEREMOS A TODOS !